El Yo Soy requiere de tres etapas claramente diferenciadas para avanzar en su propósito.
SER –> HACER –> TENER. Trabajar en tu Ser para transformar tus creencias, pensamientos, valores, principios, y expandir tu conciencia –> Servir desde el corazón, actuar con inspiración y perseverancia respetando tu Ser consciente –> Fluir y disfrutar lo que llegue a tu vida, porque serán el resultado de tu Hacer consciente —un resultado genuino y real—.
Tu principal responsabilidad es trabajar en tu Ser, para luego ser un Ser en acción. Trabajar en el Ser asegura la base que sustenta todo logro futuro. Es inalterable. Nunca cede ante las distintas opciones que atenten contra ella. Solo crece a medida que la conciencia se expande.
Al tomar conciencia, damos un salto cuántico, que se ve reflejado en nuestra nueva realidad —empezamos a vivir de otra manera—. Pero, en realidad, todo está allí dentro nuestro. Todo lo que seremos en esta vida ya lo tenemos disponible. Lo que ocurre es que la realidad visible es lo que nuestra conciencia actual nos permite ver. Al expandir la conciencia, esa realidad cambia.
El trabajo interno —en el Ser— siempre antecede a la acción externa —el Hacer—. El primero es indispensable para avanzar en la vida. El segundo se torna menos relevante a medida que la conciencia crece porque la manifestación —el Tener— fluye más armoniosamente. A mayor conciencia, menor es el esfuerzo, y mayor es el sincrodestino y la fluidez de la manifestación.
Este trabajo interno es un proceso de transformación. Y como en todo proceso de transformación, las transiciones siempre son duras, pero luego viene el bienestar. Durante dichas transiciones trabaja en tu Ser, lo que se reflejará en tu Hacer. Al final, como resultado, vendrá el bienestar, el Tener. Puedes verlo como un círculo virtuoso que se retroalimenta:
Visto en perspectiva, el crecimiento personal consciente es un espiral evolutivo ascendente:
A su vez, el espiral evolutivo ascendente no es único, sino que se realiza en numerosos ciclos que se retroalimentan mientras transcurre la vida. Es decir, cada ciclo evolutivo representa una nueva versión de ti:
Hasta aquí lo realizamos a nivel individual, pero es más complejo porque interactuamos con los ciclos evolutivos de los demás seres que forman parte de nuestro entorno. Sin entrar en el campo de la física cuántica —acerca de la línea de tiempo, y los distintos planos multidimensionales que coexisten en este mismo instante—, dichos ciclos se pueden expandir en múltiples dimensiones.
Continuando, es inevitable que el Tener será fruto de todo el trabajo previo que realizarás, inicialmente, en tu Ser y, luego, en tu Hacer con todos los seres y situaciones que te rodean. El Tener vendrá solo, por añadidura. Puede que tengas sueños por cumplir, basado en buenas intenciones hacia ti y los demás, pero si trabajas a conciencia en tu Ser y lo reflejas en el Hacer —aplicando el factor conciencia—, entonces el Tener que hayas soñado, en comparación, será muy pequeño con todo lo que el Universo te dará. Realmente te sorprenderá todo lo que vendrá a ti y ni siquiera imaginabas. ¿Por qué?: Porque lo que soñamos es tan solo una parte de todo lo bueno que finalmente nos llega. Así lo expresó Henry David Thoreau, quién fuera un gran escritor, poeta y filósofo estadounidense: “Si uno avanza confiadamente en la dirección de sus sueños, y se esfuerza por vivir la vida que ha imaginado, se encontrará con un éxito inesperado en algún momento”.
¡Se feliz, haz el bien, y vive con conciencia!
Abrazo desde el alma
Silvio Santone